El pasado 21 de Octubre The Car cumplió un año entre nosotros tiempo suficiente para tenerlo bien digerido y decir sin duda que este álbum marca un nuevo capítulo en la evolución sonora de Arctic Monkeys. Es su álbum más lento, meditabundo y cinematográfico hasta la fecha. Retoma el enfoque retro de Tranquility Base Hotel & Casino pero con una paleta sonora más rica y orquestal. Las guitarras crujientes, la batería motorik y los ritmos funky siguen presentes, pero envueltos en bellas texturas ambientales.

La instrumentación vintage da la sensación de un viaje introspectivo a través del tiempo. Los sintetizadores oscilantes, las cuerdas dramáticas y los pianos contemplativos transportan al oyente a un espacio onírico y crepuscular. Es como conducir de noche por una carretera vacía, perdido en pensamientos y recuerdos.

Las letras de Alex Turner capturan esta melancolía nostálgica a la perfección. Hay versos sobre intentar reconectarse con el pasado, sobre buscar esperanza en tiempos difíciles, y sobre hacer las paces con el caos del mundo. Su voz suena particularmente emotiva, vulnerable y humana.

The Car Vinyl by independent.co.uk

Canciones como “There’d Better Be A Mirrorball” y “Perfect Sense” enmarcan el viaje introspectivo del álbum con baladas de piano minimalistas pero profundamente conmovedoras. Turner canta sobre encontrar un sentido de propósito duradero en medio de la confusión.

I Ain't Quite Where I Think I Am” resume el tema de desorientación con una batería funky y letra críptica sobre sentirse perdido. Por otro lado, “Sculptures Of Anything Goes” es una oda nocturna al aislamiento, con la voz de Turner sonando solitaria sobre un piano solitario.

El álbum también tiene momentos de funk rock enérgico que agregan contraste, como el sarcástico sencillo “Jet Skis On The Moat” y la sensual “Body Paint” con su hipnótica guitarra funk.

Otros puntos álgidos son la exquisita balada “Big Ideas” con su ritmo pop orquestal contagioso, y la conmovedora “Hello You” donde Turner canta sobre conectarse profundamente con alguien.

La variedad de ritmos y texturas instrumentales hace que el álbum nunca se estanque. Canciones como “Mr Schwartz” equilibran la nostalgia con ritmos enérgicos y guitarras crujientes.

No me olvido de “The Car” el tema que da título al álbum tiene un ritmo motorik hipnótico y letras sobre estar en movimiento. Los arreglos de cuerdas y el bajo palpitante crean un trance interestatal. Una metáfora efectiva de seguir adelante en la vida.

Sin mas que decir, The Car presenta una nueva era sonora para Arctic Monkeys, más rica, orquestal y cinemática. Es un álbum de madurez lírica, consolida el estatus de la banda como una de las más innovadoras del indie rock y vemos como Alex Turner se esta convirtiendo en un crooner de Excelencia. 

Te dejo el álbum en el salto